En la fría madrugada del viernes, una docena de empleados de Starbucks se manifestaron por lo que consideran prácticas laborales injustas en 65 tiendas de más de 40 ciudades de Estados Unidos, incluida la ciudad de Long Beach y continuaron su huelga indefinida.
El conflicto laboral en Starbucks -desde California a Colorado, y de Illinois a Georgia y Misuri, y de Oregón a Pensilvania y Texas- se intensificó desde de abril, cuando los empleados sindicalizados se quedaron sin un contrato y el paro que comenzó el 13 de noviembre.
“Starbucks nos llama a los empleados ‘socios’. Sin embargo, no siento que hayan ganado el derecho de llamarnos así” declaró Arvon Nicholson, quien lleva tres años en la empresa multimillonaria. “Nosotros luchamos por un salario digno”.
Frente a la tienda ubicada en el 5760 de la calle Siete, en Long Beach, los trabajadores -en su mayoría jóvenes- expresan su frustración por problemas como la falta de contratos, la escasez de personal, los bajos salarios, la resolución de las prácticas laborales injustas y la correcta asignación de horas para los trabajadores. El salario promedio de un barista es de $16.00 o $31,683 anuales.
¡If we don’t get it. Shut it down!” “What’s disgusting? Union busting” (“¡Si no lo conseguimos, lo paramos!” “¿Qué es repugnante? La represión sindical”, gritaron los huelguistas.
Denominada “Rebelión del Vaso Rojo”, en protesta por las históricas prácticas antisindicales de Starbucks y su negativa a llegar a un acuerdo sobre un convenio colectivo justo, la huelga se produjo 18 meses después del inicio de las negociaciones del contrato nacional, sin que la compañía presentara nuevas propuestas para atender las demandas de los trabajadores.
“El contrato que nos ofrecían no fue hecho de buena fe”, dijo Nicholson. “Nos retiramos porque esencialmente, era un insulto. Por eso decimos ahora, “sin contrato no hay café”.
Sin interrupciones significativas
Jaci Anderson, portavoz de Starbucks, declaró que, ante las demandas de los trabajadores, la empresa necesita que el sindicato regrese a la mesa de negociaciones.
“Workers United abandonó las negociaciones y no ha regresado desde abril, a pesar de los esfuerzos de la compañía por retomarlas”, dijo a La Opinión.
“Como ya hemos dicho, el 99% de nuestros 17,000 establecimientos en EE.UU permanecen abiertos y recibiendo clientes, incluyendo muchos que el sindicato anunció públicamente que irían a la huelga, pero que nunca cerraron o que incluso han reabierto”, dio a conocer la portavoz.
Agregó que, independientemente de los planes del sindicato, “no prevemos ninguna interrupción significativa. Cuando el sindicato esté listo para volver a la mesa de negociación, nosotros también”.
Anderson destacó, además, que “los hechos son claros: Starbucks ofrece el mejor trabajo en el sector minorista, con un salario y beneficios que promedian los 30 dólares por hora para los empleados por hora”.
“La gente elige trabajar aquí y quedarse: nuestra rotación de personal es menos de la mitad del promedio del sector y recibimos más de un millón de solicitudes de empleo cada año”, expresó.
Como antecedentes, informó que la semana pasada Workers United anunció 64 huelgas, pero solo 49 cafeterías de Starbucks sufrieron alguna interrupción, y 29 de ellas ya han reabierto.
“De hecho, 13 cafeterías incluidas en su lista de huelga nunca cerraron”, manifestó la portavoz de Starbucks.
Starbucks Workers United está conformado por 11,000 baristas en más de 550 tiendas Starbucks activas.
Afiliados a Starbucks Workers United, los baristas autorizaron y lanzaron una huelga indefinida por prácticas laborales desleales (PLD), protestando por más de 700 denuncias de PLD sin resolver y exigiendo un primer convenio colectivo justo.
Destacaron que la gestión de Brian Niccol como director ejecutivo ha coincidido con un preocupante resurgimiento de prácticas antisindicales generalizadas, que habían disminuido significativamente durante el período previamente acordado de negociación.
De acuerdo con Yahoo Finance, Niccol, quien asumió la presidencia y dirección ejecutiva de Starbucks en septiembre de 2024 tiene un salario base de 1.6 millones de dólares anuales. Además, recibe bonos anuales con un valor objetivo de 23 millones de dólares anuales, y una bonificación por firma de 10 millones.

Los baristas sindicalizados dijeron estar preparados para convertir la huelga en la más grande y prolongada en la historia de la compañía, justo durante la crucial temporada navideña.
“Sí, estamos en una situación muy difícil”, dijo Nicholson. “Se acercan las fiestas. La gente no solo tiene que contar historias, sino también a sus familias. Tenemos que mantener a nuestros hijos: poner comida en la mesa, ropa que vestir y un techo sobre nuestras cabezas”.
Sin embargo, añadió que con todo eso en mente, se les dificulta encontrar la fuerza de voluntad para continuar la huelga.
“Cuando nos declaramos en huelga y nos negamos a trabajar, obviamente estamos rechazando el dinero. No obstante, resistir y hacerlo es honrar algo mucho más importante que ganar un salario cada día”, afirmó el empleado de Starbucks. “Porque lo que sacrificamos es con la esperanza de un futuro mejor. Nadie quiere estar en esta situación, sin poder trabajar, [pero] con los sacrificios que hacemos, esperamos un futuro mejor”.
Kayla Bennett, nueva empleada de Starbucks desde hace seis meses, expresó también su descontento con la empresa.
Bennett destacó problemas como los horarios irregulares, la falta de horas garantizadas y la dificultad para conseguir un segundo empleo debido a la imprevisibilidad de los turnos.
“Sé que esta empresa genera miles de millones de dólares en ganancias, y creo que deberían tratar mejor a sus socios, especialmente a los sindicalizados”, dijo. “Han estado dilatando la negociación del contrato, y merecemos un contrato justo”.

Criticó al director ejecutivo de la empresa, Brian Niccol, por ganar $57,000 la hora mientras ella no puede pagar siquiera sus facturas.
“Me cuesta pagar el alquiler de $1,800 por una vivienda”.
En diciembre de 2024, el sindicato de Starbucks Workers United presentó una denuncia nacional por Prácticas Laborales Desleales (PLD). alegando que Starbucks no había negociado de buena fe y estaba socavando la representatividad del sindicato después de que la empresa se retractara del acuerdo previo y no presentara propuestas económicas serias tras nueve meses de negociaciones.
Esta denuncia por PLD fue modificada y ampliada en abril de 2025 después de que Starbucks implementó ilegalmente nuevas políticas, como componentes del programa “Back to Starbucks”, una estrategia para volver a la identidad principal de la compañía mejorando la experiencia en tienda, centrándose en las bebidas artesanales, aumentando la eficiencia a través de nuevas tecnologías, un menú simplificado y estableciendo un nuevo código de vestimenta restrictivo, sin negociar con el sindicato.




