Tal como se esperaba, la afición de Chivas se mostró muy hostil con el técnico argentino Fernando Gago a quien solo le faltó colgarle el letrero de persona non grata en el estadio Akron, como consecuencia de su decisión de abandonar a los tapatíos para ir a dirigir al Boca Juniors.
Dicen que en la vida no hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla y la afición del Guadalajara solo esperaba el arribo anunciado desde hace mucho de Gago a lo que hace doce meses fue su casa para mostrarle su animadversión y rechazó por lo que calificó la mayoría como una traición de dejar al equipo en el momento menos indicado.
Para los seguidores tapatíos no hubo explicación posible y mucho menos justificación que valiera para entender la decisión del estratega argentino de abandonar el fútbol de México para regresar a dirigir a su natal Argentina bajo el pretexto de que a Boca no se le podía decir que no.
Gago con muchos misterios en esa ocasión y ante la complicidad de la directiva de Chivas abandonó a los tapatíos en vísperas de calificar a la liguilla por el título en un verdadero golpe que le pegó tan duro al cuadro tapatío que no pudieron alcanzar la meta de pelear por el título.
Bajo ese panorama, la presencia de este martes en el estadio Akron fue la justificación exacta para dejar salir toda la frustración acumulada de ese tiempo y verterla contra el argentino, a quien agobiaron con insultos, recordatorios familiares y provocaciones llenas de resentimiento por lo que consideraron una alta traición.
Gago no respondió, en todo momento se mantuvo abstracto de lo que sucedía en su alrededor, pero sin duda fueron momento incómodo al principio del juego, al medio tiempo y al final de la contienda en donde en todo momento le hicieron notar la derrota 3-1 en un golpe tanto en las tribunas como en el terreno de juego.
La gran hostilidad
La realidad es que nada sorprendió en torno a la presencia de Fernando Gago, a quien desde su salida del túnel del estadio a la cancha y no obstante que lo hizo acompañado de Gabriel Milito, técnico de Chivas, la afición se metió duro con el exestratega de los tapatíos.
Más tarde, en la presentación de las alineaciones, el sonido local mencionó su nombre y los silbidos e insultos fueron notorios, así como toda la serie de mantas e insultos en forma de cánticos con recordatorios familiares para el estratega, siendo más evidente el desprecio por su presencia cuando apareció en la pantalla del estadio.
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