El caos en los aeropuertos estadounidenses continúa
Este lunes, 3 de noviembre,. los retrasos y desvíos de vuelos persisten en varias ciudades del país por la falta de controladores aéreos, un problema que se agrava con los 34 días del cierre parcial del Gobierno federal, sin que el Congreso haya llegado a un acuerdo para liberar fondos.
Los aeropuertos de Newark, en Nueva Jersey, y los del área metropolitana de Nueva York fueron los más afectados esta mañana.
Ambos han operado con plantillas reducidas desde el fin de semana, cuando la Administración Federal de Aviación (FAA) registró más de 98 “alertas de personal” entre el viernes y el domingo.
Durante ese periodo, la terminal de Newark tuvo incluso que suspender temporalmente sus operaciones.
El viernes de Halloween, casi 80% de los controladores del área neoyorquina no se presentaron a trabajar, un patrón que también se repitió en cerca de la mitad de los 30 aeropuertos principales del país.

Muchos empleados han tenido que ausentarse por enfermedad o buscar empleos temporales: llevan más de un mes trabajando sin recibir salario
Escasez nacional de controladores
Torres de control en ciudades como Austin, Dallas, Boston, Denver, Nashville y Phoenix también reportaron falta de personal.
Las ausencias afectan tanto a quienes gestionan vuelos a gran altitud como a los que controlan llegadas y salidas, lo que ha obligado a ajustar operaciones y reducir el ritmo del tráfico aéreo para mantener la seguridad.

Desde que inició el cierre, el 1 de octubre, se han reportado 395 alertas de personal, cuatro veces más que en el mismo periodo del año pasado, según datos de la FAA
Un bloqueo político con efectos reales
La parálisis gubernamental, provocada por la falta de consenso entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto, cumple este lunes 34 días.
El Senado debatirá esta tarde una resolución temporal para financiar agencias y programas hasta el 21 de noviembre, pero se prevé que no prospere.
Si el estancamiento se mantiene más allá del miércoles 5 de noviembre, se romperá el récord del cierre más largo en la historia de Estados Unidos, que hasta ahora es de 35 días.

El impacto no se limita a los vuelos. Los fondos del programa de ayuda alimentaria SNAP se agotaron el 1 de noviembre, lo que aumenta la presión sobre el Congreso para llegar a un acuerdo. La última vez que un cierre prolongado afectó la aviación, fue precisamente el colapso en los aeropuertos lo que forzó una solución política
?




