
Kiril Dmitriev, director del Fondo Estatal de Inversión de Rusia, es considerado uno de los artífices del plan de 28 puntos de Donald Trump para la paz en Ucrania.
Graduado en Stanford, no solo mantiene una estrecha relación con el yerno de Trump, Jared Kushner, sino también con influyentes figuras del poder en todo el mundo árabe.
Su experiencia empresarial y sus vínculos con la familia del presidente ruso, Vladimir Putin, hacen de él una opción ideal para el puesto de negociador alternativo no oficial de Rusia.
Uno de los canales de la diplomacia rusa
En febrero de 2025, Putin lo nombró enviado especial presidencial para la inversión y la cooperación económica con países extranjeros. Esto ocurrió pocos días después de la primera reunión entre representantes rusos y estadounidenses en Riad, en la que participó Dmitriev como negociador para la paz en Ucrania.
El exdiplomático ruso Boris Bondarev asegura que Dmitriev es uno de los canales diplomáticos clave del Kremlin. Mientras el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, trata con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, Dmitriev se ha encargado de los contactos con el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff.
“Dmitriev es el canal de Witkoff”, afirma Bondarev. “Es un eslabón vulnerable —de hecho, muy débil— en la administración Trump. Todos son relativamente débiles, pero este es el más débil. Por eso se le ha asignado a Dmitriev trabajar con él, intentando impulsar la estrategia de Rusia a través de este punto particularmente débil”.
Cómo comenzó la carrera de Dmitriev
Kiril Dmitriev, hijo del conocido biólogo Alexander Dmitriev, nació en Kiev, aunque parece reacio a reconocer sus raíces: en una entrevista de 2021 con el medio ruso independiente The Bell, insistió en que no nació en Ucrania, sino en la Unión Soviética.
Tras graduarse en la Universidad de Stanford, permaneció brevemente en Estados Unidos, donde, según su biografía oficial en el sitio web del RDIF, comenzó su carrera en el banco de inversión Goldman Sachs y la consultora McKinsey. Finalmente, decidió desarrollar su carrera en Rusia y Ucrania.
En Rusia, uno de sus puestos clave fue en la firma ruso-estadounidense Delta Private Equity Partners, que gestionaba aproximadamente 500 millones de dólares. Dmitriev asumió su cargo actual como director del Fondo Ruso de Inversión Directa en 2011, puesto por el que fue incluido en las listas de sanciones de Estados Unidos y Europa al comienzo de la guerra en Ucrania. La organización fue diseñada para atraer capital occidental al país.
¿Vínculo familiar con Vladimir Putin?
Pero no fueron solo sus logros profesionales los que impulsaron a Dmitriev a la primera línea de los asuntos internacionales. Su verdadero activo ha sido su capital social: la red que ha cultivado cuidadosamente durante muchos años.
Ilya Shumanov, exdirector de Transparencia Internacional Rusia, explica a DW que la conexión de Dmitriev con el yerno del segundo presidente de Ucrania podría haberle abierto las puertas a la élite política y empresarial rusa.
“La pieza clave en este mosaico de conexiones fue Ekaterina Tijonova, la supuesta hija de Vladimir Putin, con quien la esposa de Dmitriev mantiene una estrecha relación”, afirma Shumanov. Según él, el vínculo entre los Dmitriev y Tijonova va más allá de la amistad; las familias están estrechamente entrelazadas.
Por otro lado, Dmitriev ha formado parte de los consejos de administración de varias importantes empresas rusas, incluidas algunas con una importante participación estatal.
Primer mandato de Trump
Una vez Putin se fijó en Dmitriev, su labor como intermediario comenzó durante el primer mandato de Donald Trump. En el primer mandato de Trump, Dmitriev y Jared Kushner, el yerno del presidente republicano, discutieron posibles vías para la inversión estadounidense en Rusia, conversaciones que finalmente nunca dieron como resultado proyectos importantes.
Según el analista político y exredactor de discursos de Putin, Abbas Gallyamov, Dmitriev dejó huella y se convirtió en una de las figuras más valiosas de la política exterior rusa casi dos años después del inicio de la guerra en Ucrania, en diciembre de 2023.
“Tras el inicio de la guerra, Putin apenas podía viajar a ningún sitio [debido a la orden de arresto de la CPI]”, recuerda Gallyamov. “Esta sensación de aislamiento lo preocupó profundamente y preocupó a Rusia en su conjunto. Fue entonces cuando Kirill Dmitriev se convirtió en el principal organizador de este viaje [a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos]”.
Además de organizar el viaje en sí, Dmitriev y su fondo soberano de inversión lograron atraer inversiones de estos países, una hazaña impresionante en medio de la fuga de capitales occidentales. “En otras palabras, demostró ser extremadamente eficaz en el escenario internacional”, sentencia Gallyamov.
Dmitriev vs. Lavrov
Gallyamov ve a Dmitriev como una persona orientada a resolver los desacuerdos entre Estados Unidos y Rusia mediante el compromiso, en contraste con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, un firme defensor de la línea dura. “Cuando Putin considera que es necesario negociar realmente, Dmitriev da un paso al frente”, señala Gallyamov. “Pero, en muchas situaciones, Putin no quiere negociar. Lavrov refleja esa mentalidad interna”.
Gallyamov señala que, durante la última visita del enviado especial estadounidense Steve Witkoff a Moscú, Putin se reunió con él, Dmitriev y su asesor Yuri Ushakov, mientras que Lavrov no estaba presente. No está claro si esta ausencia es indicadora del rumbo futuro de la diplomacia rusa.
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