El chef Ricardo Muñoz Zurita sirvió un menú muy especial y “realmente negro” para la tradicional Cena Negra que se realiza en Matilda para celebrar el Día de Muertos; y como respuesta recibió una gran ovación de los cerca de 200 comensales, entre los que destacó el anfitrión, Bruce James.
“Realmente es una cena muy negra porque los colores naturales de los alimentos son negros, empezamos con un Aguachile negro, luego un Tamalito de huitlacoche, después un Chichilo negro, que es realmente el mole de los funerales; y finalmente un zapote negro con guanabama”, dijo el chef al iniciar la entrevista con MILENIO, minutos antes de que sirviera su propuesta gastronómica.
Moxi, el restaurante de Matilda, fue el punto de reunión, donde la ambientación que coordinó Maggie Arias, gerente de Operaciones de Matilda, logró que los asistentes, –en su mayoría extranjeros y caracterizados, como es la tradición de la Cena Negra, de catrinas, catrines, mariachis, monstruos y hasta novios–; apenas dieran un paso en Matilda, entrarán a la atmósfera que distingue al Día de Muertos.
El colorido naranja del cempasúchil y su clásico aroma se percibían desde el lobby hasta el restaurante, donde las calaveras, las cruces, los corazones y las veladoras se combinaron con las flores de terciopelo para recrear la festividad mexicana.
“Estoy realmente contento de estar en San Miguel de Allende, por segunda ocasión en el año, gracias a estas invitaciones – la primera, fue en mayo para el evento Millesime; y ahora, para crear el menú para la Cena Negra– que me hacen y yo encantado de venir a cocinar”, destacó el chef.
Para entonces, los comensales que eran recibidos con un cóctel de Tequila Casa Dragones casi llenaban el salón o bien aprovechaban la decoración para fotografiarse; sin embargo, hubo tiempo de que Muñoz Zurita precisara los detalles de su propuesta, con la que dijo buscaba promover los ingredientes que no son tan comunes, pero que tienen grandes cualidades para integrarse a la gastronomía.
“No sé qué se ha hecho en años anteriores, pero aquí no hay colorantes, no hay nada, hemos utilizado el negro para mostrar cómo se usa a lo largo y ancho del país. Se trataba de armar un menú que fuera diferente uno con el otro, y fue así como elegí el Aguachile negro que se sirve en Sonora y Sinaloa, el huitlacoche en Ciduad de México; elegi ingredientes de varias partes del país para no centralizarme en una sola cosa. El chichilo negro lo elegí por ser raro y diferente, poco conocido; pues desafortunadamente tenemos ingredientes muy buenos que pasan desapercibidos.
«Por ejemplo, es muy raro que en un restaurante sirvan el chichilo negro, pues es un mole que no es conocido; o el zapote negro por eso hay que darlos a conocer. Así que la idea fue usar ingredientes poco comunes para que se conozcan”.
Antes de ingresar a la cocina, pues era momento de servir la Cena Negra, el chef enfatizó: “Este menú es único e irrepetible”; mientras Coco Zaragoza seguía ambientando la fiesta, con una propuesta muy versátil que fue desde las baladas más clásicas como “Chica de humo” y “Lo dudo” hasta los temas más bailables con “Believe” y “Sobreviviré”.
Poco más de una hora bastó para que Muñoz Zurita conquistara los paladares con sus creaciones, que fueron maridadas con diversas etiquetas de vino blanco y tinto, e incrementando la satisfacción de los comensales con el crecer de la noche.
Pasadas las 10 de la noche, tras servir el postre, Zapote negro con guanabana, que se propuso acompañar con un Casa Dragones en las rocas, la ovación sacó nuevamente al chef de la cocina.
El reconocimiento se replicó por todas las mesas lo recibió y Bruce James lo felicitó y agradeció haber creado la tradicional Cena Negra; mientras Bertha González Nieves, cofundadora y CEO de Casa Dragones, proponía un brindis; al que los “catrines, catrinas y monstruos y mariachis” se sumaron.
AJR
No Comment! Be the first one.